Desde Vivir Afuera tuvimos la oportunidad de contactarnos con Marcela, una joven venezolana, que nos contó su experiencia y sus momentos más difíciles de trabajar en Sidney, Australia, al tomarse la osadía de viajar y vivir en el extranjero sin manejar bien el idioma inglés. Tomándose el atrevimiento de cumplir con trabajos pesados para ella.
Si eres nómada digital, estás trabajando, estudiando o tal vez ambas cosas a la vez, lejos de tu hogar, cumpliendo el sueño de recorrer el mundo, haciendo quizás voluntariados, etc.
¡Animate a contarnos tu historia!.
¿Cómo fue que decidiste viajar a Australia y cuáles eran tus planes?
Mi plan era estudiar inglés, porque verdaderamente no manejaba muy bien el idioma, así que empecé a ver los distintos tipos de visas y me pareció que la de estudiante es la más sencilla de obtener así que opté por esa alternativa, ya que quería una visa lo más larga posible, no quería estar renovándola y mi objetivo era quedarme un largo tiempo en Australia.
Por otro lado, mi intención era hacer un segundo Bachelor. Si bien es cierto que, yo ya estaba graduada de un bachelor de 5 años en Venezuela.
¿Por que tomaste la determinación de volver a estudiar de cero en Australia?
Realmente fue porque había leído sobre los requerimientos para la skill visa, que es la que te permite obtener la residencia, pero mi carrera de comunicación social, no estaba dentro de la lista de carreras aptas a la skill visa.
Podía hacer un máster, porque también aplica, pero como era algo nuevo para mí, no me parecía muy lógico cursarlo, era algo diferente. Así que prefería iniciar de cero, ya que los bachelors son de más años de cursada que los máster, porque quería obtener una visa con más tiempo de duración.
También obtuve una beca, por parte de la universidad, lo cuál fue una ventaja muy grande, así que todo salió perfecto y como que todas las piezas se fueron colocando en su lugar.
¿Cómo fueron tus días de estudiante en Australia?
Al principio fue todo muy complicado, tenía que adaptarme a un nuevo ritmo de vida, de la noche a la mañana, fue como vivir el primer día de universidad en Venezuela, con los pelos de punta de los nervios, con personas de la misma cultura e idioma, tratando de encajar y hacer amigos.
Eso es lo que sentí mi primer día como estudiante universitaria en aussie, sumado a que el idioma era diferente y yo que no manejaba del todo el inglés, diría que no hablaba inglés, mirándose unos a otros, con gente de diferente cultura y sin saber si podría encajar o no.
Por otro lado sentía mucha presión con la cursada de la carrera, ya que sí o sí debía obtener un puntaje del 70% para mantener esa beca, con la que obviamente me descontaban parte del costo de la carrera y si la perdía, me iba a ser demasiado costoso. El sistema educativo es muy diferente al de Latinoamérica, con lo que sentí que me cayó un balde de agua fría, pero la verdad aprendí bastante, pasando por muchos momentos estresantes, pensando en la beca.
Tenía que esperar al final de cada semestre para saber cual era mi calificación, antes no podía relajarme. Gracias a Dios puede mantenerla hasta el final de la carrera. Cuando era época de exámenes, era horrible, porque envían a hacer demasiados trabajos, de la tesis que yo hice en Venezuela, para mí en Australia, fue como hacer 100 tesis cortas de investigación, en donde en cada párrafo había que citar la bibliografía y parafraseando todo.
Tienen un excelente sistema de antiplagio para los estudiantes, no te puedes copiar, porque te pueden negar la continuación de la cursada.
¿Qué experiencias laborales tuviste en Australia? ¿Cómo llegaste a trabajar en Sidney?
Mis experiencias de trabajo en Venezuela al ser comunicadora social, trabajé en el área de producción y trato con el público en un canal de televisión.
Pero al llegar a Australia, no puse el capricho primero de trabajar en lo que yo soy y estudié, sino de trabajar en lo que sea al principio, además quería trabajar en una tienda. Me habían comentado que en ese tipo de trabajos, se remuneraba bien, que no era lo mismo que en gastronomía, donde tienes que hacer muchas cosas al mismo tiempo y no es un ambiente del que yo me sienta atraída.
En cambio, en una tienda, como toda mujer, me apasiona la ropa, la moda y el maquillaje, pues la verdad es que yo veía como que eso se relacionaba más a mí. Sin embargo llegué a conocer personas aquí y las que he conocido, que me dijeron yo prefiero trabajar en un restaurante antes que en una tienda.
Mi meta en realidad no era trabajar en mi área, principalmente porque no me sentía preparada
con el idioma, yo soy muy perfeccionista y si iba a aplicar algo quería tener como todas las cualidades para cubrir las expectativas de esa persona que que me da la oportunidad de empleo y por otro lado porque yo acá estoy estudiando una cosa diferente de no estoy estudiando la misma carrera que yo tenía en Venezuela.
No obstante, siempre he mantenido esa luz que me guía a lo que realmente quería hacer y lo que soy, porque me encanta que es ser comunicadora.
Recuerdo que antes de venir a Australia, estando en Venezuela, realicé un curso de barismo, siempre busqué prepararme de la mejor manera posible por que mi meta estaba al otro lado del mundo y quería tener todas las habilidades posibles para tomar el primer empleo que apareciera.
Estando en Australia, empecé a dejar currículum por todos lados y el primer empleo que me salió fue de limpieza en unas oficinas, que a mí me toco limpiar 3 pisos, porque eran edificios enormes. Tenía que ser bastante rápida, ya que me daban una hora puntual y yo debía dejar toda las bolsas enfrente de los ascensores. En resumen, era un empleo pesado, a veces se me rompían las bolsas porque no era sólo papel, sino restos de comida, porque cada piso tenía su cocina.
¿Cómo fuiste sobrellevando tu primer trabajo en aussie?
Cuando llegué, recuerdo que no me puse en exquisita a la hora de buscar trabajo, ya que sentía que me asfixiaba el hecho de no tener uno. Pero en este empleo de limpieza, que fue el primero, fue como una maratón, muy duro, pero como toda heroína lo soporté. Trabajaba de lunes a viernes, 4 horas.
Me daban una hora para limpiar 3 pisos y no exactamente era de terminar con un piso y continuar con el otro. Sino era una tarea en cada uno, es decir, primero levantar los residuos en uno y seguir con los otros. Luego subir al primer piso y pasar un paño, así sucesivamente con los otros dos. Luego regresar al primero y aspirar por ejemplo, después el segundo y el tercer piso.
Me considero una persona minuciosa en todo lo que hago, así que trataba en lo posible, que todo quedara bien ordenado. Lo bueno es que nunca tuve que ir sola a dejar las bolsas con basura abajo, porque ahí si que lloraría. Había un carro, que pasaba por cada piso a cierta hora y colocaba todas las bolsas allí. Además siempre había una llamada de atención por parte del manager.
Ingresaba a mi trabajo a las 18 hs y terminaba a las 22 y al día siguiente, con el dolor de cuerpo, me levantaba temprano para ir a clase. Yo creo que no necesité ir al gym, ya mi trabajo era suficiente para mantenerme en forma.(risas)
Pero lo positivo de todo esto, es que me llevo una experiencia que me permitió crecer y aprender mucho, la remuneración era bastante buena, que me permitió ahorrar y salir con amigos. Pude conocer un lugar muy bonito porque la verdad que aquí, en Sidney como que la zona la mejor zona dicen que es el norte. Sólo trabajé un mes en limpieza, era muy complicado.
Luego conseguí empleo en una heladería, que logré quedarme unos 5 meses, recuerdo que me entrenaron los primeros días, luego empecé en sí con el trabajo, pero también era estresante, por el sólo hecho de no ver el final de la fila de personas esperando a que le entregues su helado, no era alentador.
Los helados eran demasiado duros para servirlos, mi brazo y mi mano me dolían al finalizar la jornada y al otro día debía escribir en clase. Pero no me podía quejar, era mejor que limpiar. Lo bueno de este trabajo es que pude disfrutar de las hermosas vistas al Opera House, también el equipo de trabajo era excelente, muy compañeros conmigo, si yo necesitaba ayuda, allí estaban brindándome esa mano cuando la necesitaba.
¿Qué consejo puedes darle a otros estudiantes internacionales que quieran venir a Australia?
Que se tienen que animar, por más duro que sea, por más drástico que parezca, pero son tus sueños los que tienes que cumplir, sumándole experiencias y conocimientos a tu vida,para crecer profesional y personalmente, yo creo que eso es lo más positivo de vivir aquí en Australia.