Lucía tuvo la oportunidad de estudiar con una beca en España durante 10 meses. No fue a grandes ciudades como Barcelona, Valencia o Madrid, sino a una pequeña que sin dudas despertará tu interés: Badajoz.
En esta entrevista para Vivir Afuera, Lucía nos cuenta el detalle de cómo fue su experiencia antes, durante y después de realizar este intercambio estudiantil y, sobre todo, cómo es vivir en España.
¿Cómo llegaste a estudiar con una beca en España?
Viví durante 10 meses en Badajoz, una pequeña ciudad española en el límite con Portugal. Pude realizar un intercambio y estudiar con una beca en España gracias a que ese año se abrieron convocatorias dirigidas a los sectores agropecuarios.
El nombre de la beca con la que viajé es Alianza del Pacífico. Para postularse y estudiar con una beca en España, tenías que pertenecer a algún país miembro de la Alianza del Pacifico, Chile, Colombia, Perú o México. Por suerte ese año en particular, como las convocatorias para becas estaban dirigidas a los sectores agropecuarios, invitaron también a participar a la Argentina.
Otro requisito para estudiar con una beca en España era que debías estar estudiando alguna carrera relacionada con el área de agronomía. Al presentar la solicitud, también era requerido entregar una carta de presentación, junto con un CV y alguna que otra información de la carrera y la universidad, como el plan de estudios.
Mi carrera de estudio, Ingeniería en Alimentos, estaba dentro de las que podían inscribirse. Siempre había tenido ganas y curiosidad por una experiencia de intercambio estudiantil, en España o en cualquier otro punto del mundo, pero la oportunidad surgió gracias al acceso a la beca y a la publicidad hecha por mi universidad.
¿Cuál fue el proceso administrativo para estudiar con una beca en España?
Después de quedar seleccionada, con la ayuda de mi universidad de acá hicimos un plan de equivalencias con las materias que se dictaban en la universidad española y un par de papeles más para la visa.
El proceso burocrático para vivir en España fue bastante sencillo. Tuve que sacar una visa para estudios en la embajada española. Para eso, presenté una carta de la universidad a la que iba a asistir y un comprobante de haber contratado seguro médico válido para el tiempo que iba a residir en España. Además, creo que me pidieron unos estudios de salud, pero todo el trámite fue súper sencillo.
¿Cómo fue la experiencia de estudiar y vivir en España?
Un día típico empezaba cursando a la mañana. Normalmente, desayunaba en la facultad y volvía al departamento a la hora del almuerzo. A la tarde, a veces tenía prácticas y, si no, nos juntábamos con amigos, preparábamos alguna comida, veíamos películas o salíamos de paseo. La verdad es que fue muy divertido. Los fines de semana nos juntábamos a hacer previas o «botellones», como se dice en España, con más gente y salíamos a algún bar o boliche.
Los intercambios estudiantiles están bastante arraigados a la cultura europea. Ellos tienen algo que se llaman programas Erasmus, donde todo el tiempo hacen intercambios de miles de alumnos en todo el continente. En consecuencia, las ciudades con universidad están súper preparadas para recibir estudiantes de Europa o de otras partes del mundo.
Gracias a esto conocí un grupo de chicos que ya habían participado de un intercambio y se encargaban de ayudarte en todo lo posible. Te daban consejos de todo tipo: desde cómo llegar del aeropuerto a la ciudad hasta cómo conseguir un departamento. Te recomendaban muchas actividades culturales y sociales para interactuar con los demás estudiantes, organizaban viajes, descuentos en bares y boliches, salidas a comer, picnics, actividades deportivas, de todo y muy variado; siempre teníamos algún plan.
Al ser una ciudad relativamente pequeña, los costos son muchos más bajos que en las grandes ciudades, cómo Madrid o Barcelona. La beca me daba un total de 6000 euros en concepto de manutención. Gracias a esta característica de ciudad pequeña el dinero me alcanzó súper bien, obviamente compartiendo departamento y sin darme grandes lujos en el día a día.
El departamento en el que vivía lo compartíamos entre tres chicas. Teníamos dos baños grandes y un living comedor súper amplio también, además de un cuarto para cada una. En el transporte también se ahorra bastante: podés caminar a todos lados o usar las bicicletas del municipio.
El clima es bastante seco, lo que hace sentir al invierno más frío y el verano más caluroso que lo que estaba acostumbrada en Buenos Aires.
¿Aprovechaste la oportunidad para recorrer otros lugares?
Tuve la suerte de recorrer bastante, Europa está súper preparada para movilizarte por todos lados. Al principio solo viaje a lugares cercanos como Granada, Lisboa y algún que otro pueblito que no esté muy lejos.
Junto con un grupo de amigos, teníamos planeado hacer un viaje más largo durante las vacaciones de navidad por Italia, Francia y Bélgica. Como era mi primera vez en Europa no sabía muy bien cuál iba a ser el gasto total del viaje. Por suerte, los costos no fueron tantos y pude seguir viajando en diferentes ocasiones.
En las vacaciones de Semana Santa, por ejemplo, hice recorridos por España y Portugal. O también visité Berlín y Ámsterdam durante un fin de semana largo. También, al final de la cursada y los exámenes, paseamos por las playas del Mediterráneo.
¿Cuál fue la mejor parte de estudiar con una beca en España?
La experiencia de realizar un intercambio estudiantil en España fue bárbara. No tengo ningún momento preferido pero solo porque todo el intercambio en conjunto fue buenísimo. Pero con lo que más me quedo es con los amigos que hice, que hasta el día de hoy siguen igual de presentes.
Pude conocer a muchísimas personas, recorrí un montón de lugares e hicimos mucha fiesta. Por suerte, los recuerdos los tengo súper presentes y sigo en contacto con varios amigos con los que siempre recordamos distintas anécdotas. Obviamente extraño el momento, pero sé que lo pude aprovechar al máximo.
Antes de partir a estudiar con una beca en España tenía muchas ganas de viajar y conocer muchos países europeos. Pero mientras estaba ahí me sorprendió que prefería hacer una actividad con mis nuevos amigos, como ir a una fiesta nueva o hacer un picnic, más que conocer lugares nuevos. Era mucho más valioso el contacto con personas nuevas, y el aprendizaje que eso conlleva, que pensar en nuevos lugares.
¿Volverías a realizar una experiencia similar?
Por el momento me encuentro disfrutando mi momento en Buenos Aires, pero no descarto la posibilidad de emigrar nuevamente si la oportunidad se presenta. Me llaman mucho la atención destinos como Australia o Nueva Zelanda para emigrar por la belleza natural que tienen.
Si tuviera que volver a hacer mi intercambio estudiantil a España, como consejo me diría que haga todo lo que tenga ganas y que aproveche al máximo todas las experiencias que pueda vivir, que busque recorrer lo más posible y hacer vínculos hermosos con personas de diferentes nacionalidades.
